7 oct 2011

HUATABAMPO.- Marchante que por muchos años ha estado en el interior del mercado municipal, señalaron que estos tiempos no serán los mejores para vender todos sus productos, pero que gracias a Dios, tienen para comer y alimentar a sus familias, ayudando todos en la recolección de la mercancía que venden, siendo natural al 100 por ciento. Catalina Bainori Moroyoqui, residente de la comunidad de El Jupare, todos los días, desde hace ya 40 años, cuando era apenas una adolescente, coloca su puesto en el mismo lugar, en el interior del mercado municipal, el cual no es muy grande, solo lo suficiente para acomodar las cosas que trae para vender. Como nopales, limones, calabazas, mangos, yoyomas, ciruelas, cilantro, entre otras cosas, las cuales solo se consiguen por temporadas, y es lo que produce la tierra en la región, a demás de los tamales de elote, los cuales son muy buscados por la clientela que saben donde encontrarlas. Bainori Moroyoqui argumento que los precios que se tienen no son muy altos, ya que todo lo que venden se los proporciona la Santísima Trinidad, a la cual le tienen mucha devoción y se encomiendan todos los días que salen de sus casas y dirigirse a Huatabampo, con la intensión de vender un poco de lo que llevan y regresar con dinero para sostener a sus familias. “Tenemos que salir a vender lo que tenemos, por que el marido se queda sin trabajo en las tierras, y pues hay ayudarlo y sostener la casa, ya que los hijos tienen que comer e ir a la escuela, por eso se tiene que ir juntando los centavos y poder alimentarlos primero que nada”, comento. Debido a este tipo de necesidades y a la situación que prevalece en el campo, la gente de las comunidades tiene que salir a la ciudad, para poder conseguir trabajo o vender la fruta y verdura de temporada, lo cual es de suma importancia, ya que se aprovecha todo lo que se les da de manera natural y lo ofrecen al cliente a bajos precios.